Templo

IGLESIA DE SAN NICOLÁS DE BARI.

         Erigido en la segunda mitad del siglo XIV sobre lo que, según Ruiz Prieto, anteriormente fue una mezquita o sinagoga, se levanta la Iglesia de San Nicolás de Bari, extramuros de la antigua ciudad.

          Presenta una planta estructurada por tres naves, siendo la central ligeramente más ancha que las laterales, separadas por dos pares de pilares que conforman tres tramos por nave. Su profunda cabecera, presenta un primer tramo rectangular cerrándose el presbiterio con forma pentagonal.

           Pese a ser un bellísimo templo gótico, fundamentalmente por la estructura de su fábrica y por la cubrición de sus naves, adolece de ciertos elementos muy característicos de este estilo como son la abundancia de luz o la misma altura de la fábrica, elementos estos que no restan belleza a la construcción.

             Ya en el siglo XVI el templo sufrirá importantes obras que marcarán significativamente al mismo y le otorgarán casi el mismo aspecto que hoy tiene.

          Así, se realizará la excepcional Capilla del Deán Ortega quien, en 1529, mandará la erección de la misma tras ser constituida canónicamente. Atribuida a Andrés de Vandelvira como una de sus primeras obras en Úbeda, está situada en el lado del Evangelio, en el primer tramo de la cabecera del Templo.

           Esta capilla presenta una planta rectangular que se cubre con una magnífica bóveda estrellada. Destaca su excepcional portada, con un meditado discurso iconológico e iconográfico que gira, como no podía ser de otra forma, en torno a la Muerte y a la Salvación. Como reza en una inscripción en la misma, la Capilla se finalizaría en 1537, cerrándose ésta con una soberbia reja, obra del maestro rejero ubetense Juan Álvarez de Molina, decorada con elementos renacentistas (escudos, grifos, mascarones…) y rematada en su parte superior con la escena de la Asunción de la Virgen María y su Coronación por Dios Padre.

   También en el siglo XVI, concretamente en 1556, se acomete la obra de la Sacristía bajo el mandato del Obispo Cobos y según traza de Andrés de Vandelvira, siendo Pedro de Gorostiaga quien ejecutase la obra. Se trata este de una gran sala rectangular que se cubre con bóveda de cañón rebajado y que se decora mediante fajas con casetones.

         Fue también Vandelvira quien diseñará la coqueta, pero magnífica, Capilla Bautismal situada a los pies del Templo. En 1553 aún se construía por los canteros Tomás Gil de Donesteban y Pedro de Regil. Se conforma a modo de nicho horadado en el muro cubriéndose con una original bóveda de cascarón con casetones.

          La tercera de las capillas, lugar donde se ubica el magnífico grupo escultórico de la Santa Cena, es la Capilla del Sagrario, también conocida como Capilla de Córcoles.

           Exhibe una planta cuadrada que se cubre con bóveda de crucería. Su vano de acceso se conforma mediante un arco de medio punto cuya rosca se decora con elementos geométricos, volándose una gran ménsula en la clave del mismo.

           Su interior, rico en decoración en tiempos pasados, presenta hoy una sencillez acrecentada espiritualmente por el cuadro conformado por las imágenes de Ruiz Olmos reunidas al amparo de la Sagrada Eucaristía.

         Al exterior presenta el templo dos portadas, siendo la más antigua, de hacia 1509, la del lado meridional. El vano de acceso queda conformado por un gran arco apuntado con arquivoltas que se decoran con motivos vegetales. Queda enmarcado entre sendos pilares que se rematan con pináculos con bolas. Sobre este, campean dos escudos del Obispo D. Alonso Suárez de la Fuente del Sauce. Se remata la misma con una crestería en piedra en cuyo centro se yergue la imagen de San Nicolás de Bari.

         La portada del Oeste o de los pies, es una bellísima muestra del arte de la estereotomía. De nuevo aquí, la mano de Vandelvira se vuelve a hacer presente. Mandada a construir por el Obispo D. Francisco Delgado en 1566, será ejecutada por Pedro de Gorostiaga, mientras que la decoración escultórica correría por cuenta de Lorenzo Brogio. Se compone por un arco de medio punto entre columnas pareadas. En el cuerpo superior voltea tres arcos, siendo el central el lugar donde se acomoda la imagen del Obispo San Nicolás bajo dosel. El conjunto viene a rematarse con un frontón ocupado por la imagen de Dios Padre.

           Finalmente hemos de mencionar la torre, cuyo cuerpo superior, en un primer momento más elevado, sería rebajado en el siglo XIX por serias deficiencias estructurales.

          Recientemente su interior ha vuelto a sufrir algunas modificaciones, centradas en los altares de las naves laterales y paramentos que, no han resultado afortunadas.

                       Francisco Javier Ruiz Ramos. 

   Ldo. con Grado en Historia del Arte. Doctorando en Historia del Arte por la Universidad de Granada.